Que Propina! Le Llevo Pizza Pero Quería Pija

Muchas veces sucede que un cliente no tiene efectivo, es el caso de Sarah, una vecina del barrio quien siempre nos pide pizza, es atenta, siempre sonríe y está mas que bonita. Cuando me quiere pagar se da cuenta que no tiene billetes ofreciéndome hacer un cheque, claro que la detengo y le digo que paso otro día a cobrar, al parece eso le resultó muy atractivo pues quiere darme una buena propina, pero recuerdan, no hay efectivo. Me susurra al oído antes de tomar mi mano y llevarme a la habitación donde se tira primero a la cama para mostrarme orgullosa la especialidad de su cocina, el coño sin tanga.
Esa belleza subió una pierna entregada para que tome la primer porción que de un bocado empiezo a degustar, fino sabor a atún del mejor mezclado con costoso perfume. A medida que mas lengua meto mas ropa se va quitando hasta quedar desnuda de costado donde entiendo que debo comerlo el culo también. En cuanto me bajo el pantalón la veo ir con todas sus ganas entusiasmada por este premio que merecido lo tengo.
De costado veo que tiene trasero redondo y suave antes de ver como se sube encima para acomodar ella misma mi verga entre mojados labios vaginales que permiten deslizarme hasta que las bolas dicen basta. Sin querer queriendo siento que atrás está mas que dilatado por lo que aprovecho, estando en cucharita a probar, uff, entró y nada me dijo, solo comenzó a gemir mas fuerte que antes.
Que se yo, capaz que tampoco me quiere pagar las pizzas, aunque poco me importa, seguiré gozando con la esperanza de correrme en su culo.