El adinerado Charles Dera contrata a una de las mejores pedicuras, un descuido de pelotas entusiasma a Evelin Stone que quiere sentir esa cosa en su cosita. De inmediato siente atracción hacia este caballero, puede que sea por esa forma de bajar las escaleras donde la salchicha asoma entre la bata. La hermosa joven intentará no ceder a sus deseos, trabajará en los pies y masajeará como debe ser, pero esa cabezona se ve verdaderamente sabrosa y de a poco se fue acercando hasta tenerla en su poder. Aceitado el objetivo comenzó a jugar hasta que se puso duro, un beso le dijo que podÃa seguir, a dos manos se aferró, permitió que empuje su cabeza para registrar una garganta profunda. Ya después no tiene el pantalón, está recostada en el sillón gimiendo con el hombre enterrado en cucharita.